Si te gusta el fútbol y el cine seguramente ya hayas visto ‘The Damned United’. O quizás hayas leído el libro homónimo en el que se basa. Y si no los conoces te recomiendo ambos. El caso es que ahí se narran los 44 días que duró Brian Clough, el mejor entrenador de Inglaterra en su tiempo, en el Leeds United, el mejor equipo de Inglaterra por aquel entonces. Un mes y medio frenético en el que lo que parecía una relación ideal saltó por los aires.
Apenas un poco más, 59 días, es lo que duró la historia de Mario Gómez en el Mallorca. El 8 de julo de 1999 se le presentaba como nuevo técnico bermellón y el 5 de septiembre se despedía desde Sa Pobla en un Trofeo de la Agricultura. También parecía que equipo y técnico estaban hechos el uno para el otro, pero todo se vino abajo. Lo de Mario no llegó a los dos meses.
No mentimos si decimos que el argentino llegó de rebote. Tras la salida de Cúper en dirección a Valencia el Mallorca pretendía fichar a su mentor, Carlos Griguol. Sin embargo, el entrenador (o quizás sus representantes) intentó hacerle el lío a la delegación bermellona con un cambio de condiciones en el último momento. Ahí Antonio Asensio anduvo rápido: rompió relaciones y fichó a su segundo mejor discípulo, Mario Gómez. Y como su carrera había sido tan paralela a la del mallorquín de Chabás y su libro de estilo semejante, la opción parecía idónea.
Pero las cosas se torcieron muy, muy pronto. Pese a traer bajo el brazo refuerzos deseados como los de Burgos, Serrizuela o Quinteros, Gómez no fue capaz de conseguir que el Mallorca pasase la fase previa ante el Molde en una eliminatoria que aún provoca pesadillas en Palma. 0-0 en Noruega y 1-1 en Son Moix tras un penalti absurdo a cinco minutos del final para enviar al Mallorca a la UEFA. “Perdimos porque somos gilipollas”, palabras que aún retumban en la sala de prensa.
Entre la ida y la vuelta contra el Molde se dio el debut liguero de Mario Gómez, así como la inauguración de Son Moix, contra el Madrid de Anelka, que remontó para ganar 1-2 en el descuento. En la segunda jornada otra derrota, 1-2 en Vallecas. Pero la caída de Mario no se dio por los resultados, si no por un problema con su carnet de entrenador. Y es que para convalidar la licencia argentina en España se le requerían tres años de experiencia como primer entrenador que no logró acreditar. El tema es que el comité técnico de entrenadores consideraba que solo fue primer entrenador durante un año y medio en Lanús, siendo el resto de su experiencia en calidad de asistente. Por su parte, Mario Gómez reclamaba que en ningún momento había sido segundo entrenador, si no que había formado dupla con Cúper. Cuestión de matices.
Cortada por lo sano la trayectoria de Gómez en el Mallorca únicamente tuvo tiempo de dirigir un Trofeo de la Agricultura antes de marcharse. Aunque bueno, en realidad no se marchaba porque Asensio le ofreció ser asesor deportivo del club en Sudamerica. Si alguna vez llegó a ejercer el cargo debió ser durante poco tiempo, puesto que la temporada siguiente la iniciaría como asistente de Cúper en el Valencia, a quien acompañaría luego a Milan.
Tras lo del Inter vendría un peregrinaje por banquillos de Argentina, Grecia, Ecuador, Hong-Kong, Malasia e Indonesia. Sin embargo, en ninguno de ellos tendría tanto éxito como el que tuvo su cuenta de twitter, un auténtico homenaje al cerocerismo y al #puntitointeligente y una de nuestras cuentas parodia preferidas.