Maradonita en Son Bibiloni
El Mallorca tuvo en su cantera a uno de los primeros ídolos de youtube.
De historias sobre lo que pudieron ser y no fueron está el fútbol lleno. Demasiado talento desperdiciado por malas cabezas, alergia al esfuerzo o suerte esquiva. Dones por los que mucha gente pagaría millones y acaban yéndose por el sumidero.
Una de esas historias tuvo como escenario la ciudad deportiva del Mallorca. El protagonista: Roberto Merino. Meridona. El Maradona de los Andes. El Maradonita peruano.
Nacido en Perú, criado en España y formado en La Masía, Merino llegó a los juveniles del Mallorca con la vitola de crack en ciernes. Según él mismo cuenta, abandonó la cantera del Barça por la falta de oportunidades en el primer equipo, mientras que el Mallorca estaba haciendo una apuesta fuerte por la cantera.
La percha maradoniana de la que le colgaron durante toda su carrera tenía su aquél. No en vano se trataba de un mediapunta bajito, técnico, habilidoso y con gusto para la la filigrana. Un prodigio construído a medida para explotar en highlights de youtube. Además, era un especialista en dar toques de balón mucho antes de que conociésemos a los freestylers. Una anécdota que años después aún corre entre el mallorquinismo reza que las estrellas de un Inter de Milán que hizo pretemporada en Palma alucinaron cuando le vieron hacer ‘jueguitos’ con una simple calceta hecha una bola.
Tras quedar subcampeón de la Copa del Rey en lo que fue durante mucho tiempo la mayor gesta de la cantera, el peruano promocionó para hacerse un hueco en el potente filial del Mallorca. Allí compartiría vestuario con futbolistas Güiza, Campano, Riera, Robles o Perera. Se da la circunstancia, además, de que en aquella temporada 2000/2001 realizó su debut oficial con el primer equipo del Mallorca, puesto que jugó la Intertoto con todos sus compañeros del filial.
La vida la sonreía a un Merino que por aquel entonces fue llamado por el seleccionado absoluto Peruano. Sin embargo, pudo darse el lujo de desdeñar esa convocatoria para integrar la de la selección española sub18 de Iñaki Saez. Y su debut no pudo ser mejor: gol a Islandia para ganar y posterior convocatoria para el Europeo sub18 del 2001. Su futuro era prometedor y su ascenso imparable.
Pese a que las cosas le iban bien en lo deportivo, Roberto Merino iba dejando ver un temperamento difícil de controlar. Precisamente en su primera temporada en el filial se quejó ante la prensa de los pocos minutos que le daba su entrenador, Juan Ramón López Caro: “No quiero seguir en el Mallorca en esta situación porque mi máxima ilusión es jugar en Primera División y aquí no me están valorando”. Sus declaraciones abrieron un cisma en el filial y Mateu Alemany tuvo que ser tajante y castigarle descendiéndole al juvenil de nuevo. Ya no volvería a jugar más en el Mallorca B esa temporada.
En verano la salida de López Caro y llegada de Tomeu Llompart, su valedor en el filial, lograron reconducir la situación. Sin embargo, entre problemas de indisciplina y lesiones acabaría jugando menos aún que en la temporada anterior, y esta vez sin llegar a estrenarse si quiera como goleador. Si bien ese curso llegaría su verdadero debut con el primer equipo, saliendo de titular contra el Ceuta en un partido copero que acabaría 0-0.
“Roberto Merino era muy diferencial. Tenía calidad para jugar 10 años en Primera. Tomó malas decisiones y podría haber llegado a más”. - Alex Geijo
Pese a que su relación con el Mallorca se estiró tanto que acabó por romperse otro filial acabó llamando a su puerta. Fue el del Málaga, con quienes pudo debutar tras el mercado de invierno de la temporada 2002/2003. Con cuatro goles en 15 partidos, y convertido en estrella de un equipo en el que figuraban los también exmallorquinistas Geijo, Juan Rodríguez y Juan Calatayud, ascendió con el Málaga B a Segunda División.
En su segundo año en Málaga las cosas marcharon más o menos bien. Era importante en el equipo y contribuyó activamente a la salvación del filial malaguista, pero no recibía la oportunidad de dar el salto a primera. Es por ello que, tras acabar la temporada, inició un periplo que le convertiría en una suerte de trotamundos: Servette (Suiza), Ciudad de Murcia (Esp.), Akratitos (Grecia), Atromitos (Gr.), Salernitana (Ita.), Unión Comercio (Perú), Juan Aurich (Perú), Nocerina (Ita.), Deportes Tolima (Colombia), UTC (Perú)…
Detengámonos aquí por un momento. En este punto de la carrera de Merino, recién finalizada la relación del futbolista con el club Universidad Técnica de Cajamarca (UTC), el periodista de Onda Cero Paco Muñoz publica en Marca que Merino se ha ofrecido para volver al Mallorca y que Nadal, entonces director deportivo, planeaba su incoporación:
…Pattaya Utd (Thai.), Unión Comercio (Perú), Torres (Ita.), Puteolana (Ita.), Spoleto (Ita.) y Sora (Ita.). En ese Último equipo, ya en Serie D italiana, y con la pandemia como inmejorable excusa decide poner fin a una carrera que le ha llevado por 18 equipos en 20 años.
Así fue la carrera de Merino, el futbolista al que compararon con Dios y que acabó siendo venerado por el Papa.
Y de postre una muestra de sus habilidades: